Estado
Retratos de la frontera

Vagan por las calles, sin rumbo ni hogar

Cada vez es más frecuente ver personas ocupando las plazas públicas, explanadas y recorriendo la ciudad

Carlos Sánchez / El Diario de Juárez / Alejando recolecta botes de aluminio y diversos desechos que luego vende y obtiene recursos para sobrevivir
Carlos Sánchez / El Diario de Juárez / Acostado en el suelo de la Gran Plaza Juan Gabriel, Roberto, de 60 años, descansa la cabeza en una cobija que recogió en algún lugar
Manuel Sáenz / El Diario de Juárez
Carlos Sánchez / El Diario de Juárez / En el Monumento a Benito Juárez también se concentran familias de la población migrante

Verónica Domínguez / El Diario de Juárez

domingo, 19 marzo 2023 | 07:30

Ciudad Juárez.— Roberto Aguirre Holguín, de 60 años, reside en esta frontera desde hace dos décadas, y en el último mes decidió salirse a vivir a las calles debido a que tuvo problemas en la casa donde convivía con su hermana, pues según comentó no aguantó las faltas de respeto de sus sobrinos.

Acostado en el suelo de la Gran Plaza Juan Gabriel, descansa la cabeza en una cobija que recogió en algún lugar. Roberto es una de las personas que no tienen un hogar donde vivir que retratan el panorama que actualmente se vive en esta frontera, y en donde cada vez es más frecuente ver personas ocupando las plazas públicas, explanadas y las vialidades de la ciudad por diversos motivos, como la falta de responsabilidad de sus familias para atenderlos, enfermedades mentales y por cuestiones migratorias.

“Aquí vengo yo, a veces, ayer me quedé en la Velarde en la anoche; ahorita estoy aquí porque vine a buscar comida y me dieron en un comedor cerca de aquí”, dijo Aguirre Holguín.

Recordó que no tiene hijos, sólo dos hermanas y dos hermanos, y que antes de salirse de la casa vivía en la colonia Adolfo López Mateos, y que anteriormente estuvo trabajando en la obra como pintor y de ayudante de carpintero.

“No pienso regresar, tengo sobrinos que me faltan al respeto, no me dicen nada pero hablan mal de mí y no me siento bien”, expreso Aguirre Holguín.

Roberto deambula por las calles y pasa el día buscando un lugar donde pueda pasar su día, como otras personas en su misma situación que hicieron de su casa el Monumento a Benito Juárez y la Plaza de Armas de la zona Centro. 

En otros puntos de la ciudad se ve la presencia de indigentes; algunos recorren otras avenidas principales como la Vicente Guerrero, Insurgentes, Tecnológico, hasta el área de La Cuesta; también en la 16 de Septiembre, avenida De las Américas y algunos puntos de la zona Pronaf.

En el Monumento a Benito también se concentran familias de población migrante.

Santiago González Reyes, director de Derechos Humanos del Municipio, comentó que no se tiene un censo de las personas en condición de calle, por lo que cuando se encuentran en situaciones de vulnerabilidad como que presenten enfermedades mentales se les canaliza al Hospital Civil Libertad. En cuanto a las personas migrantes refirió que su situación es distinta, pero se les lleva al Gimnasio Municipal ‘Kiki’ Romero para atender sus necesidades básicas.

“Las personas en situación de calle son menos, pero no tenemos un censo, hemos canalizado varias al Hospital Civil Libertad, ellos no pueden estar en los albergues para migrantes, las poblaciones no las puedes mezclar porque tengan la misma situación de calle, tienen otras finalidades dinámicas y necesidades muy distintas”, dijo el funcionario.

“Una parte de las personas en situación de calle, a diferencia de los migrantes, no deriva nada más de una circunstancia temporal, sino que deriva de otras situaciones más complicadas como las enfermedades mentales o el uso de sustancias, que a veces, que a su vez, conduce a enfermedades mentales y a otras condiciones”, explicó González Reyes.

La socióloga Karla Esmeralda Gallegos Hernández comentó que es innegable que vivimos en una cultura basada sólo en atender a la gente que es funcional, refiriéndose a la población que habita en las vialidades.

Explicó que el problema en Ciudad Juárez se agrava con el fenómeno migratorio debido a que la ciudad ha pasado por situaciones conflictivas como la violencia, que aún no se ha resuelto.

“Ellos piden que México sea más humanitario pero no se dan cuenta que está pasando por una serie de conflictos que requieren una atención inmediata, y no es que ellos no sean importantes, es que no está la capacidad de brindar la atención a todos, son personas para los que no estábamos preparados; sin embargo, se ha permitido que ingresen al país. La sociedad civil ha tratado de buscarles oportunidades para su regularización pero ellos vienen con una meta muy fija. Sin embargo, como va la situación es algo que no van a lograr ni a corto ni a mediano plazo”, detalló la socióloga.

Sobre las personas con padecimientos mentales que están en situación de indigencia en las calles, dijo que es evidente la incapacidad del Gobierno para atender las necesidades y las demandas en cuestiones de salud psiquiátrica. 

Se apoyan en refugios de organizaciones civiles

Adrián Contreras Sánchez, vocero de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), informó que por mes se recogen aproximadamente 20 personas con enfermedades mentales a quienes llevan a los refugios que tratan estos padecimientos.

Explicó que hay un protocolo a seguir cuando se recibe un reporte de personas en situación de calle, en el que en una primera instancia se acerca una trabajadora social y se realiza una entrevista.

“Buscamos reincidencia dentro del departamento para asegurarnos de que no tiene familiares, ya que en ocasiones a pesar de tener red de apoyo se encuentran en situación de calle. Si tiene familiares entregamos en el departamento o también trasladamos al domicilio. Los familiares tienen que demostrar parentesco con alguna documentación (acta de nacimiento de la persona, comprobante de domicilio, INE de la persona que la recibe). Si no encontramos familiares entonces canalizamos a un albergue con oficio correspondiente”, detalló el vocero.

Añadió que en caso de que la persona presente algún trastorno mental se canaliza al albergue que trabaja con enfermos mentales.

En cuanto a los albergues que atienden trastornos psiquiátricos hay muy pocos en la ciudad, por lo que un lugar a donde los canalizan es Punto Zero.

Las asociaciones civiles han sido un aliciente para quienes no tienen un hogar, pues gracias a su gratuidad cientos de personas que son olvidadas en las calles de la frontera han sobrevivido con el apoyo de la comunidad juarense.

Es el caso de la asociación Ayuda para Adultos, Niños, y Mujeres Pobres, A.C (AANMPAC), que da cobijo a 180 personas adultas mayores o con enfermedades mentales, y que es dirigido por Roberto Ayala Ortiz, un pastor que desde hace 24 años vio la necesidad de ayudar a personas en situación de calle. AANMPAC se ubica en la avenida Vicente Guerrero, 801, esquina con la calle Justo Sierra.

Del total de personas, 90 padecen enfermedades mentales como la esquizofrenia, ansiedad, depresión, bipolaridad, trastorno obsesivo compulsivo, fobia, pánico, piromanía, mencionó el entrevistado.

“Generalmente los encontramos en situaciones difíciles, a ellos los deja su familia, deambulan por las calles o directamente fueron canalizados por Protección Civil, la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) y el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal. Aquí les brindamos ayuda de todo tipo gracias a las donaciones de las personas, porque de las autoridades municipales no recibimos nada, prácticamente nosotros les servimos a ellos”, dijo Ayala Ortiz.

Según el seguimiento periodístico hay otros refugios que se hacen cargo de personas en situación de calle que también reciben ayuda de la comunidad, como Arca de Noé, ubicada en la colonia Buenos Aires, y el Asilo de Ancianos Desamparados, A.C, que se encuentra en la avenida Insurgentes y Constitución, en donde se reciben enfermos mentales de la tercera edad.

De acuerdo con los datos proporcionados por el departamento de Protección Civil, durante la temporada invernal se han recibido en el refugio temporal ubicado en el Monumento a Benito Juárez poco más de 2 mil personas que no tienen un hogar donde morar.

En el lugar no se aceptan personas que lleguen en estado inconveniente; en el caso en que refieran que traen alguna molestia se les hace una revisión corporal y de necesitarlo se les traslada al Hospital General, se informó.

Causan molestia los indigentes

María Concepción García es una trabajadora que labora en la zona Centro y que ha visto que las calles de la ciudad están repletas de personas durmiendo a la intemperie, motivo que le causa descontento.

“Tienen derecho a pedir, son humanos, sé que tienen hambre, frío, pero algo deben hacer las autoridades, ya no podemos pasar por ningún lado, y es triste, pero no siempre les puede dar uno, necesitamos orden en la ciudad porque sean migrantes o de aquí nadie se hace cargo de los que están en la calle”, manifestó la entrevistada.

Alejando Mendoza acumula botes de aluminio y diversos deshechos por toda la ciudad, pero hace unos días suspendió su recorrido porque una persona le dio comida en mal estado, ocasionándole una infección que lo dejó sin probar bocado durante tres días, y con el estómago adolorido no sólo del hambre, sino por la fiebre y los demás síntomas que le ocasionaron estar tres días acostado en unos cartones que colocó en la calle Santos Degollado.

“Me dieron comida y me hizo daño, yo como no sé lo que me dan pos voy a juntar botes para ir a comprar algo para aliviarme, así es la gente, a veces pasa y nos deja lo que sea”, narró Alejandro mientras acomodaba montones de deshechos. 

“A veces me patean cuando pasa gente, o se quieren juntar conmigo unos, pero la gente es mala, por eso ando solo”, expresó Mendoza.

A dónde van:

• Cuando presentan enfermedades mentales se les canaliza al Hospital Civil Libertad

• Los migrantes se llevan al ‘Kiki’ Romero para atender sus necesidades básicas

Las asociaciones civiles han sido un aliciente para quienes no tienen un hogar, ya que por su gratuidad cientos de habitantes que son olvidados por sus familias, sobreviven con el apoyo de la comunidad juarense