Estado

Planearon por Face robo a fotoperiodista

Ayer, durante la audiencia, sólo Carlos Miguel H. H. fue acusado de homicidio calificado, cometido en calidad de coautor

Staff / El Diario de Juárez

De la Redacción/ El Diario de Juárez

lunes, 20 noviembre 2023 | 11:05

Ciudad Juárez.- En medio de una reunión pactada por Facebook fue planeado el robo que terminó en el asesinato del fotorreportero Ismael V. T., de acuerdo con la información vertida durante la audiencia inicial de uno de los presuntos responsables, Carlos Miguel H. H. 

“El Monkey me mostró las fotos de los choferes y dijo ‘mira, este güey’”, se leyó de la declaración del acusado, como parte de un compilado de declaraciones de los tres detenidos relacionados con el ataque que se contradicen entre sí.

La audiencia inicial para la causa penal 6380/2023 inició 35 minutos después de las 11:00 de la mañana, hora a la que estaba fijada. El acusado, con una sudadera negra con capucha, mostró durante toda la audiencia cara de preocupación. Atrás de él, observaban su madre y su padre.

La exposición para declarar como legal la detención corrió por parte de una agente del Ministerio Público, quien relató que cerca de las 2:57 horas del jueves 16 de noviembre, elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) acudieron por un llamado al cruce de las calles Artículo 27 y Sinaloa de la colonia Fronteriza Alta, tras un reporte de homicidio.

A bordo de un Hyundai Elantra 2016 se encontraba el cuerpo de Ismael V. T., con huellas de un disparo que salió por su ojo izquierdo pero fue hecho por la parte trasera de su cabeza. 

Estaba en la parte trasera del auto un teléfono móvil Motorola dorado con la pantalla estrellada que fue revisado por los oficiales bajo la suposición de que se trataba de un dispositivo de Ismael, para poder avisar a sus familiares sobre la noticia de su homicidio.

Ingresaron a la galería de fotos del dispositivo y hallaron una fotografía, presuntamente, del acusado sosteniendo un arma de fuego corta con la empuñadura rosa con gris, y siguiendo con la búsqueda se encontró otra toma de la credencial de elector del hombre, con su domicilio legible.

Los investigadores acudieron a dicha vivienda, donde fueron recibidos por los padres, quienes indicaron donde vivía ahora H. H., lugar al que se trasladaron para encontrarlo afuera. Era la 1:10 de la tarde cuando lo hallaron, y al abordarlo se mostró nervioso, según los oficiales.

“Yo no disparé en el robo del Uber”, dijo el acusado a los agentes. Posteriormente fue detenido, y al revisarlo llevaba uno de los dos celulares de la víctima, un Samsung Galaxy S10 con las cámaras sin vidrio protector. Señaló, luego, dónde estaban los otros dos, y para su arresto se solicitaron refuerzos.

Al tercer domicilio acudieron otros agentes, quienes presuntamente encontraron a Joan Eduardo C. B. y a Jesús Adrián C. L. afuera, y fue en ese momento que el primero les mostró una pistola para luego esconderse al interior del domicilio. Dicha vivienda fue allanada luego para poder aprehender a ambos, a quienes según los agentes, además, se les halló respectivamente un envoltorio con cocaína y un arma corta calibre 9 mm con un cargador y dos balas útiles, y dos teléfonos celulares (un Samsung Galaxy S8 estrellado en la mitad de la pantalla, propiedad de Ismael, y otro Samsung color azul) así como dos envoltorios con cocaína. 

Dicha detención fue denunciada como ilegal por la representante del acusado, de la Defensoría Pública, quien cuestionó la vulneración a la privacidad derivada de la consulta del teléfono móvil que había en el automóvil, las falsas inmediatez e investigación ininterrumpida para dar con ellos anunciada por el Ministerio Público.

No obstante, el juez declaró legal la detención y retención, luego de una pausa que aprovechó el acusado para bajar la cabeza y aparentemente orar, pues puso las manos juntas y se persignó en repetidas ocasiones. Atrás, sus padres con los ojos llorosos esperaron la decisión.

Siguió la imputación, que fue por el delito de homicidio calificado, cometido en calidad de coautor, aunque durante esta audiencia no se presentó a ninguna otra persona, y enseguida la oportunidad para declarar o no ante el juez, pero ante el conflicto entre la defensa y el defendido que quería hablar en el estrado se tuvo que solicitar un receso, después del cual H. H. decidió guardar silencio.

La serie de decisiones que llevó al asesinato de Ismael fue expuesta de manera distinta por cada uno de los tres detenidos ese día por el hecho, quienes señalaron formar parte del grupo delictivo “La Empresa” como polleros.

C. B. señaló que el día anterior por la noche se encontraba en su casa –donde fue aprehendido luego–, con C. L. y “El Tonto”, otro hombre. Propusieron, tras platicar sobre deudas, asaltar “a un Didi”, pero C. B. se negó porque lo había hecho dos semanas antes “y me pusieron una friega. No me gustan esos jales”, se leyó de su testimonio.

Cerca de la una de la mañana del jueves llegó “Charly”, y se llevó a C. L. (apodado “El Monkey”) para volver momentos después agitados, con tortas de bistec y refrescos. 

“No, güey, ya valió verga”, contó C. L., que iba lastimado de un pie porque Ismael, al intentar librarse del asalto, aceleró el auto, hiriendo la rodilla y el pie del asaltante.

Según esta declaración, sólo entonces C. B. se dio cuenta de que su pistola, que compró porque lo habían secuestrado meses atrás al intentar cruzar a Estados Unidos, no estaba bajo su colchón.

Las otras versiones 

Jesús Adrián C. L. lo cuenta distinto. Él dijo que estaba en casa de Joan Eduardo C. B. la noche del miércoles, y como a las 10:00 llegó “Charly” y pidieron “un Uber” para ir por comida (generalizando los servicios de transporte particular).

Al cruce de la calle Del 57 y Chiapas llegó Ismael V. T. y los recogió, pero momentos después “Charly” sacó la pistola y disparó. 

Luego Carlos H. H. relató su versión, en la que dijo que recibió un mensaje de C. B. vía Facebook. “Vamos a hacer feria. Cáele a la casa”, decía el mensaje. Y cerca de las 11:00 de la noche fue a la casa de Joan Eduardo, donde estaba también “Monkey”. Asaltar a un chofer particular era la consigna, aunque en esta versión C. B. propuso hasta secuestrar a alguien, y él ponía “la casa y el cuete”, pero no participaría.

“Estaba el ‘Monkey’ con su celular, pero no traía Internet. Se compartió del teléfono de Joan y ‘El Monkey’ me mostró las fotos de los choferes y dijo ‘mira, este güey’”. Era Ismael. 

C. L. presuntamente fingió bajar del vehículo para empezar con el atraco. “Túmbate pues, culero”, a lo que Ismael respondió “No manchen. No es así”, y buscó desescalar la situación. Mientras era amenazado por uno, el otro buscaba al interior del vehículo billetes o pertenencias de valor. En esta versión de los hechos, quien disparó fue “Monkey”, y luego ambos huyeron, sin darse cuenta de que habían dejado un teléfono celular en la escena.