Estado

Deportan por otras fronteras a migrantes que han detenido

Narran quienes han vuelto a Juárez que los han expulsado por lugares como Tijuana y hasta Tapachula

El Diario de Juárez

Diego Villa / El Diario de Juárez

jueves, 24 noviembre 2022 | 07:40

Ciudad Juárez.— A migrantes venezolanos que están cruzando hacia Estados Unidos por la frontera de Ciudad Juárez con El Paso, Texas, los están expulsando de aquel país a través de otras fronteras, confirmó Antonio Vallera, migrante venezolano que aún se encuentra en el campamento en el río Bravo.

A sus seis amigos que cruzaron hace más de una semana “los regresaron a todos, por Tijuana, hasta Tapachula, algunos a una estación cerca de aquí, pero ya están de nuevo en Juárez”, contó.

De acuerdo con información del Instituto Nacional de Migración, desde el 12 de octubre que terminó la excepción al Título 42 para personas migrantes venezolanas hasta el 4 de noviembre, se expulsaron por esta frontera a cerca de 2 mil 200 personas, pero desde esa última fecha los regresos han sido por otras ciudades mexicanas. 

Iván Castro, venezolano de 22 años de edad, contó que a él sí le tocó que lo devolvieran por Tijuana, Baja California. Él cruzó el lunes 14 de octubre por Juárez, y luego de dos días en Estados Unidos retenido por las autoridades de ese país, fue expulsado por aquel municipio. Para volver al campamento migrante aquí pidió dinero prestado y vino en avión.

“Los envían por allá y para otras fronteras, por Piedras Negras, Matamoros… me topé a uno que iban a llevar a Cancún”, dijo, y añadió que “mayormente se los están llevando a otras fronteras, como 300 ó 400 personas diarias”.

Por su experiencia, Iván aseguró que en Tijuana no existe la aglomeración de migrantes venezolanos que hay aquí en Juárez “porque salen para acá o para Ciudad de México”, pues Tijuana no los recibe ni los ayuda. 

Del mismo modo, Beatriz Adriana, una venezolana, platicó que “un día después de que bloquearan el Artículo 42 yo crucé y me entregué, y me devolvieron a México pero me mandaron por Tijuana”. Dijo que las autoridades estadounidenses los ataron de pies, manos y cintura, los despojaron de su ropa para darles otra, uniformes idénticos para todos los detenidos. Dormían en un espacio “muy cochino”, relató.

Sólo la dejaron bañarse una vez, pero duró cuatro días “encerrada, sin bañarme, sin cepillarme” y los hacían dormir en colchonetas delgadas sobre el suelo, declaró.

Ella sigue en Tijuana. No ha podido volver porque no tiene dinero, pero lo más probable, aseguró, es que se vaya a Ciudad de México y allá determine su futuro: si regresará a Venezuela o se quedará en México.